ARMONIA DEL COLOR
Al enfrentarnos a un nuevo diseño, ya sea para impresión o digital, debemos comenzar por construir un esquema de color. La elección de este esquema no puede ser para nada aleatoria y debe seguir una lógica basada en la capacidad de los colores para transmitir sensaciones a quien los ve y la armonía entre unos colores y otros.
No es sencillo tener claro qué colores combinan con que otros, aunque tengamos claro lo que queremos transmitir. Las armonías de colores varían según lo que busquemos en nuestra creación y esto puede fluctuar desde un diseño suave a uno lleno de contraste y fuerza. Para guiarnos correctamente, lo mejor es utilizar el círculo cromático. En él aparecen representados todos y cada uno de los colores con los que podemos componer nuestros diseños.
Dentro del estilo suave, podemos mencionar por ejemplo la combinación monocromática, que se basa en la elección de un único color al que modificaremos su saturación para lograr nuevas tonalidades.
En el polo opuesto encontramos las combinaciones de colores triádicos, formadas por tres familias de colores muy separadas entre sí en el círculo cromático. El resultado es un diseño cargado de energía y contraste.
En diseño gráfico, la experimentación y tener claro lo que buscamos transmitir es fundamental para componer adecuadamente con el color. En todos los casos lo mejor es partir de los colores puros que elijamos y posteriormente jugar con la saturación, brillo, contraste, etc… para encontrar el tono exacto que nos convenza.
Dentro del estilo suave, podemos mencionar por ejemplo la combinación monocromática, que se basa en la elección de un único color al que modificaremos su saturación para lograr nuevas tonalidades.
En el polo opuesto encontramos las combinaciones de colores triádicos, formadas por tres familias de colores muy separadas entre sí en el círculo cromático. El resultado es un diseño cargado de energía y contraste.
En diseño gráfico, la experimentación y tener claro lo que buscamos transmitir es fundamental para componer adecuadamente con el color. En todos los casos lo mejor es partir de los colores puros que elijamos y posteriormente jugar con la saturación, brillo, contraste, etc… para encontrar el tono exacto que nos convenza.
Los colores y el círculo cromático.
Empecemos por lo más básico. ¿Recuerdas cuándo aprendiste sobre los colores primarios y secundarios en la escuela? Bueno, ya sabes algo sobre la teoría del color. Los primarios son el azul, el rojo y el amarillo; los secundarios , el anaranjado, el verde y el morado.
La mezcla del rojo y el amarillo crea el naranja; la del amarillo y el azul, verde; o la de azul y el rojo, morado.
Si mezclamos estos colores, obtenemos aún más tonos, como el rojo anaranjado y el verde lima.
En conjunto, todos los colores de los que hablamos anteriormente conforman el círculo cromático o rueda del color.
Tal vez estas palabras no te sean familiares, pero son la clave para entender cómo funcionan los matices del color.Tonalidad: es la más fácil entre todas. Básicamente, es sinónimo de color.
Saturación: se refiere a la intensidad, es decir, si el color es más sutil o más fuerte.
Brillo: te indica si el color es oscuro o claro, en un rango de negro a blanco. Esto te da muchas opciones, por ejemplo, puedes pasar de un rojizo opaco profundo a un rosado pastel.
Formas de combinar colores.
Ahora la pregunta es cómo mezclar todo esto para crear paletas de colores que se vean profesionales.
Hay fórmulas que pueden ayudarte, basadas en algo llamado armonía del color, y todo lo que necesitas es usar el círculo cromático.
No temas jugar con la paleta y crear tu propia interpretación. Ese es el propósito de estas fórmulas: darte un punto de partida con el cual te puedas guiar e inspirar.
La fórmula más sencilla es la monocromática porque se utiliza un solo color.
Elige un punto del círculo y usa tus conocimientos sobre saturación y brillo para crear variaciones en el tono. Lo mejor sobre este tipo de paletas es que tienes la garantía que combinarán.
Con la fórmula análoga se eligen los colores que se siguen uno al otro en la rueda, como rojos y anaranjados, o azules y verdes.
Los colores complementarios son opuestos uno al otro en la rueda. Por ejemplo: azul y naranja, o el clásico rojo y verde. Para evitar que la paleta te quede muy simple, puedes agregar tonos más claros, oscuros o con poca saturación.
Con los colores complementarios divididos utilizas los colores que están junto al color complementario. Esto te da el mismo nivel de contraste, pero más opciones de tonos y, posiblemente, resultados más interesantes.
Por otra parte, con la tríada se forma un triángulo en el círculo cromático y se usan los colores que están en cada esquina. Estas combinaciones tienden a ser bastante impactantes, particularmente con colores primarios y secundarios, así que piénsalo bien antes de elegirlas.
Una paleta tetraédrica forma un rectángulo en el círculo, por lo cual no usa uno, sino dos pares de colores complementarios. Esta fórmula funciona mejor si dejas un color como dominante y los otros tres como auxiliares.
PSICOLOGÍA DEL COLOR APLICADA AL DISEÑO GRÁFICO
La psicología del color es un terreno muy interesante y amplio. Repasarlos todos aquí nos llevaría mucho tiempo, pero podemos dar unas pinceladas rápidas.
El color blanco: Un color que puede combinarse con cualquier otro. Nos remite a la calma, el orden, la pureza.
El color negro: Como el blanco, es un color que puede combinarse con todos los demás y por tanto muy recurrido en diseño gráfico. Según como se utilice puede moverse entre sentimientos negativos o representar la elegancia como ningún otro color lo hace.
El color rojo: Tiene la capacidad de atraer la atención mejor que cualquier otro color, pero su abuso puede transmitir agresividad. En diseño gráfico es muy utilizado en botones que anulan, cancelan o en avisos importantes.
El color verde: Al contrario que el rojo, su uso en diseño gráfico está relacionado con positividad. Por ejemplo en botones que validan o aceptan. También es el color de la naturaleza y suele transmitir tranquilidad.
El color amarillo: En diseño gráfico no es habitual usarlo dada su complicada combinación. Por sí mismo transmite alegría, pero también envidia y sentimientos menos positivos.
El color marrón: No muy usado en diseño gráfico. Suele relacionarse con marcas alimenticias de café, cacao o con sensaciones que recuerdan al hogar.
Conclusión.
Con esta actividad puedo concluir que armonizar significa, coordinar los diferentes colores en una composición y son las combinaciones donde se utilizan modulaciones de un mismo matíz. Por eso se deben tner en cuanta las diferentes formas del color y sus diferentes composiciones.
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